El accidente se produjo a las 19.45 horas en el sector del puente de Queronque a cuatro kilómetros de la Estación Limache, justo en el centro de una curva llamada "Aranda", cuando uno de los convoyes, el AES-9, se incrustó cinco metros en el tren que venía en sentido contrario, matando automáticamente a los pasajeros instalados en los asientos delanteros de ambas máquinas. Así, murieron instantáneamente decenas de personas y los vagones que se destruyeron mutuamente quedaron convertidos en una masa de fierro con cuerpos humanos atrapados en su interior. El triste saldo final: 58 muertos y 510 heridos (111 de ellos graves), aunque esta cifra es contradictoria, ya que Carabineros cifró tal cantidad en 63 muertos, mientras que los rescatistas hablaban de 110 fallecidos.
Entre los fallecidos hubo dos funcionarios de Carabineros de Chile quienes realizaban vigilancia en el automotor que iba en dirección a Santiago, ante el robo de cables de cobre y otros atentados que anteriormente habían afectado al servicio ferroviario, en los cuales al menos cinco automotores de la serie AES quedaron inutilizados debido a bombas incendiarias colocadas por subversivos en el interior de los vagones mientras éstos iban en recorrido.
Causas
El día del accidente existía una sola vía férrea para la circulación de los trenes que corrían en ambos sentidos, ya que el puente cercano al sitio del suceso estaba siendo sometido a reparaciones a raíz de un atentado terrorista perpetrado en 1985. Además había sido afectado por los temporales.A eso hay que añadir que el sistema de comunicaciones con que se trabajaba era de 1928 y el teléfono estaba en mal estado. El sistema de señalización eléctrica tampoco estaba funcionando y pocos días antes se habían robado los cables del teléfono interno. Todo estos antecedentes conjugaron para que la tragedia resultara inevitable.
Rescate
Al rescate llegó personal de la Base Aeronaval de El Belloto, efectivos de bomberos y carabineros y equipos de Ferrocarriles del Estado. Voluntarios de salud de Limache improvisaron en el andén de la estación un hospital de emergencia, operando precariamente con elementos facilitados por la comunidad, mientras que por los parlantes se hacían llamados a donar sangre, mientras llegaban familiares de las víctimas. En las inmediaciones del Hospital de Limache se agolparon cerca de 80 vehículos que llevaban heridos, muchos de los cuales fueron trasladados a los hospitales de Limache, La Calera, San Martín de Quillota, Quilpué, Juana Ross de Peñablanca, Gustavo Fricke y Posta Infantil de Viña del Mar, Ferroviario de Reñaca y Sanatorio y Carlos Van Buren de Valparaíso. 40 heridos llegaron al Carlos Van Buren, la mitad de ellos en un automotor de emergencia. Al igual que 24 heridos a la Posta Central de Santiago que también fueron transportados en un automotor hasta la estación Mapocho. En la morgue de Quillota habían ocho bolsas con restos humanos. Noticias de la época recuerdan que el rescate de las víctimas se prolongó hasta las 11.30 horas del día siguiente, colaborando aparte del personal especializado, los peregrinos y religiosos que en ese momento se encontraban en la fiesta de la Vírgen de las 40 Horas, más doctores, enfermeras y profesionales de la salud que se encontraban veraneando en el sector costero de la Quinta Region, prestando su ayuda profesional de forma voluntaria en los hospitales de la zona.Consecuencias
Culpables
Desde un principio se habló que una falla humana produjo la tragedia. Cuatro funcionarios de Ferrocarriles fueron procesados, y su defensa se basó en las precarias condiciones en que se efectuaba la labor de coordinación.Indemnizaciones
El gobernante de entonces, el general Augusto Pinochet luego de visitar a los heridos en los hospitales dispuso indemnizar a las víctimas mediante un tratamiento económico similar al que reciben los accidentados en carreteras. A partir del 25 de febrero del mismo año Ferrocarriles del Estado hizo efectivo el pago de las primeras indemnizaciones.Restablecimiento del servicio
El servicio de trenes Santiago-Valparaíso dejó de funcionar tras la tragedia. Estos sólo se restablecieron en el verano de 1992 y los automotores fueron reforzados con equipos de radiocomunicación para advertir sus problemas.Polémicas
Políticas
Parte de la oposición al gobierno, criticó fuertemente a Pinochet acusándolo de aprovecharse politicamente del accidente, debido principalmente a que se acercaba el plebiscito revocatorio de su mandato y también al aislamiento internacional que tenía el gobierno. ReferenciasEnlaces externos
- Imágenes, extractos de periódicos, testimonios y más sobre el accidente
- Reportaje sobre el accidente en TVN